Comienza una nueva aventura.

A partir del próximo día 25 de julio, Laura y yo damos un pequeño salto y nos acercamos al norte del Nuevo Continente. Nuestro primer destino será Montreal.
A lo largo de 18 días iremos escribiendo nuestro pequeño diario de viaje. En un principio nuestra intención es remontar el curso del río San Lorenzo y llegar hasta la ciudad de Gaspé, en la península del mismo nombre, pero como siempre el destino nos llevará a un lado u otro.
No obstante, tenemos un encuentro ineludible con la irremediable vuelta el 11 de agosto en el JFK de New York.
El inicio se acerca...

Estreno

Una nueva aventura llega a sus hogares, "Le Terrific Canal du Midi", starring Chus Pérez y Lori Sánchez.
Esta primavera en sus mejores blogs.
Próximamente

Magníficos días

Ya ha pasado más de una semana desde la vuelta y por fin hemos recobrado fuerzas para acabar el blog. Hemos pensado que lo mejor sería crear un listado de cosas curiosas o peculiares que hemos descubierto en este viaje, o al menos que nos han parecido a nosotros. Ahí van.
1.En Corea del Sur no prestan excesiva atención a sus vecinos del norte. Las únicas noticias que vimos sobre el supuesto conflicto fueron a través de la web de El País.
2.No es casualidad que la primera mujer que ha pisado los 14 ocho-miles sea coreana. El montañismo es un auténtico deporte nacional. Hay más tiendas de ropa de montaña que farmacias y hasta los más ancianos (y hay muchos por la montaña) van perfectamente equipados. Una pasada.
3.Las coreanas (y también los coreanos) son unos fanáticos de los productos cosméticos, hay infinidad de cadenas de tiendas de productos coreanos inundando las ciudades. Aunque la verdad es que tampoco se les nota en exceso.
4.Corea del Sur es el país asiático donde menos turismo occidental hemos visto. Incluso los coreanos de todas las edades mantienen una curiosidad muy respetuosa hacia los occidentales, ¡si es que nos han pedido hacernos fotos con ellos! y os aseguro que en ningún país nos había pasado.
5.En Corea del Sur son muy comunes los Love Motel, pequeños hoteles donde las parejas coreanas van a pasar sus noches más románticas, se distinguen del resto porque son un poco más baratos y tienen algún elemento que los delata como una sauna, un jacuzzi, luces de colores, etc . Un ejemplo fue el hotel que tuvimos en Busan. Ni mucho menos están mal vistos, y por su calidad media también van personas que no tienen la exclusiva motivación que tienen las hormonales parejas.
6.Sigamos con las parejas coreanas, es muy habitual ver parejas jóvenes que en sus viajes (turismo interior) van ambos vestidos con la misma camiseta. Es una especie de muestra de compromiso entre ellos y a los demás ¡ Qué romántico!
7.Resulta que Corea del Sur es un país donde la religión cristiana tiene un gran seguimiento. Esta fue una de las cosas que más nos han sorprendido. Las ciudades están llenas de iglesias, en todas hay una gran cruz encima. Por las noches todas las cruces se iluminan de rojo, formando un cuadro realmente curioso e incluso siniestro.
8.Los coreanos son unos fanáticos de las teleseries, hasta tal punto que una de las motivaciones del turismo interior es visitar los escenarios naturales de las telenovelas del momento. Un ejemplo es, en la ciudad de Sokcho, su transbordador.
9.¡Corea del Sur es barato! Se come bien, se puede comprar de todo, el transporte funciona bien y todo a muy buen precio. Una maravilla, vamos.
10.Corea del Sur es la séptima economía del mundo, y se nota por todos sitios. Un buen nivel de vida propiciado por una balanza de comercio exterior muy favorable. Pensad en todas las marcas coreanas que conocéis: Samsung, Lg, Daewo, Hyundai, Kia, SangYoung y más. Todas ellas multinacionales increíblemente grandes.
11.No comen perro. O al menos no se ve como lo comen. Nos explicaron que en la época de la guerra, dada la pobreza general tuvieron que comer de todo, y entre ello, perro. (Preguntad a nuestros mayores lo que se comía en la postguerra). Quizás algunos nostálgicos o curiosos aún encuentran la oportunidad de comerlo pero os aseguro que no lo vimos en ningún lugar.
12.Las familias coreanas no tienen ningún problema en viajar con sus hijos por muy pequeños que sean, los ves con sus bebes colgados de su tronco por absolutamente todos los sitios. Y en cuanto empiezan a andar, revolotean alrededor de sus padres sin crear ni el más mínimo problema. Da gusto verlos.
13.Tanto Corea del Sur como Japón son países increíblemente seguros. En ningún momento tienes que padecer por tu cartera, ni por tu cámara ni nada por el estilo. No aseguramos que jamás pase nada, pero debe ser tan mínimo que no se percibe en ningún sitio ni un ápice de inseguridad.
14.¡No hacen casi ruido! Tanto en Corea del Sur como sobretodo en Japón , respetan mucho el silencio en los espacios comunes. Ni móviles sonando, ni macarras con la música, ni conversaciones públicas, vamos un mundo extraño para nosotros los latinos.
15.Hemos nacido para viajar en bussines.
16.Sí, Japón es caro. Aunque comer bien es más facil y barato que en Barcelona. Lo que realmente sube el precio es el transporte. Y el hecho que actualmente un euro equivalga a 110 yenes cuando hace tres años eran 165.
17.Japón es un reloj gigante que funciona aparentemente a la perfección. Las líneas de metro, los trenes, los autobuses. Comparado con España...una pasada.
18.Tecnología, en Japón encontrarás todo lo que existe. Es brutal, lo malo es que los precios en estos momentos son totalmente desproporcionados con respecto al a España.
19.Los coreanos y los japonenes tienen en el baño una religión. Y es una gozada compartirlo con ellos, silencio absoluto, minuciosidad en cada movimiento, aunque no te metiras en el agua te relajarías.
20.Los japonenes se duermen en el metro, es facil a cualquier hora ver como cabecean sentados y yo aseguraría que incluso de pie. Y no uno o dos, no, filas enteras sentados con la cabeza dando tumbos mientras en una mano sostienen el eterno móvil. Eso sí, ninguno se salta ni una parada.
21.Hemos llegado a la conclusión de que en el metro de Tokyo todo el mundo abre el móvil para tener un sitio donde mirar. Son extremadamente discretos y les debe resultar violento ir mirando las caras de los demás.
22.En Corea del Sur hay infinidad de espejos para que se mire la gente, sobretodo en el metro. Sí, sí, los coreanos se paran y se arreglan delante de ellos.
23.Japón debe ser de los pocos paises donde hay tantas habitaciones individuales como dobles (sino más). Además acostumbran a costar el doble. La opción más o menos económica (para parejas o amiguetes muy íntimos) es coger las llamadas semidobles. Habitaciones de unos 12-15 m2 con una cama de 1,20, o poco más.
24. Y seguirá...

Japón, fin de viaje.

Día muuuuuuy largo. En estos momentos llevamos más de 24 horas sin dormir. Pero preparaos porque en uno o dos días ponemos el punto final a esta pequeña aventura.

Japón, día 5.

Hoy hemos tenido una experiencia religiosa, y no me refiero a templos, jardines orientales, parajes, onsens, ni nada por el estilo... Hoy nos hemos hecho fotos en un fotomatón!!!!! Primero te metes en una cabina con fondo verde y lleno de luces. Sigues, más o menos, las instrucciones de la pantalla y todo te empuja a hacer posturitas raras para hacer más auténtico el momento de la inmortalización. Después de unas cuantas pruebas pasas a un ordenador cercano y aparece tu foto con innumerables posibilidades para decorarla. Suena tonto, lo sé, pero hay que ver cómo se transforman las personas ante la posibilidad de verse con todos los complementos posibles y de poder decorar su foto con todos los muñequitos, corazones, estrellitas,... Laura es una de ellas. Sí de acuerdo, pero a Jesús no se le ha tenido que insistir mucho para que se uniera a una segunda sesión Te sumerges en un universo maravilloso de colorines y fricaditas varias! Será mejor que lo veáis. Por cierto, lo único que el fotomatón aporta de serie a tu belleza son una especie de ojos gatunos que sustituyen a los tuyos sin haberlo solicitado...
Del resto del día, poco destacable. Compras, tiendas, compras, tiendas, compras..., una vuelta en barco por el río y comer sushi.
Mañana viaje de vuelta a casa. Volveremos.

Japón, día 4.

¡Que grande es Tokyo! De la jornada no hay mucho que explicar, lo principal es que hemos visitado el museo Edo (nombre original de Tokyo). Muy divertido, lleno de maquetas pequeñas y gigantes de como era la vida en esta ciudad desde el principio. También hemos literalmente FLIPADO con las demostraciones en 3D del Sony building en el barrio de Ginza. Una pasada. El resto del día resguardándonos de la lluvia e intentando vencer los impulsos consumistas que nos vienen en cada escaparate.
Hoy después de no sé cuantos días hemos comenzado a ver españoles por estas tierras. Es curiosa la forma en que nos encontramos, sin saber porqué nos reconocemos y de repente nos quedamos callados manteniendo una actitud de alerta que es una mezcla entre que no me reconozca y ¿el realmente lo serán? (sobretodo en los ascensores).
Mañana, último día completo en Japón. Habrá que aprovechar.

Japón, día 3.

!Menudo día! Nos ha faltado montar ala delta. Hemos cogido un tren que se llamaba Romance Car, un pequeño cremallera, unos cuantos teleféricos, un galeón pirata..., sí, sí, pirata, un montón de trenes y de autobuses. El taxi lo hemos esquivado porque la bajada de bandera son 7 euritos. Además hemos andado entre cedros de más de 400 años, surcado las aguas de un lago, visto el monte Fuji (aunque ha costado porque estaba nublado). Para reponer fuerzas hemos comido huevos con cáscara negra cocidos en la ladera de un volcán mientras esquivábamos los gases pestosísimos que salían del suelo. Hemos visitado un peaje de la época Edo, por cierto, a quien osaba saltárselo... como poco le crucificaban... Nosotros hemos pagado religiosamente, por si las moscas...
En definitiva un un día realmente completo en nuestra visita a la región de Hakone, destino habitual de los Tokyotas cuando quieren escapar de la ciudad para sumergirse en un paraíso natural. Y esta región lo es.

Japón, día 2.

Japón es un país que realmente sorprende a cada momento. Simplemente hace falta abrir bien los ojos y dejarte llevar por todo aquello que sucede a tu alrededor. Sin ni tan siquiera tratar de comprenderlo. Verdaderamente es diferente.
Tokyo es una ciudad fascinante, mantiene un ritmo constante a lo largo del día. Late como pocos lugares en el mundo. Sin duda es uno de los sitios necesarios para percibir realmente que el mundo es mucho más de lo que nunca llegaremos a conocer.
Hoy el día ha amanecido en Fukuoka, tren (espectacular como siempre el Shinkansen) a las 8:30 mil y pico kilómetros después a las 13:33 (ni un minuto más ni minuto menos), como estaba previsto, llegada a Tokyo St.
¡Había al menos 10 trenes antes de las 12 del mediodía para realizar un trayecto equivalente a cruzar España! La media de retraso no excede de un minuto anualmente. No me imagino a los japoneses discutiendo durante años si el túnel tal o cual pasará por una calle o por otra. Metro y para el hotel en Shinjuku, con su habitación-camarote de los hermanos Marx. Porque eso sí, el espacio tiene su valor y la habitación del hotel, por supuesto, no es menos.
En Tokyo no hace falta hacer mucho para entretenerse, así que siguiendo esa máxima hemos ido en busca de una tienda de muñecas... sí de muñecas, que tiene mas de trescientos años y que la regenta un descendiente del fundador. La hemos encontrado pero cerraba delante nuestro, lo bueno es que el escaparate era inmenso y se veía casi toda la tienda.
Como estábamos ya por Asakusa (barrio de Tokyo) hemos decidido acercarnos a Senso-Ji, un templo muy importante de la ciudad,que tiene al lado una pagoda de cinco plantas, la segunda más alta de Japón. Hemos repetido las "turisticadas" del año anterior con el mismo resultado. Laura tiene truco en juego de los palitos de la suerte, siempre gana. Jesús aprobado por los pelos.
En el camino nos hemos hecho fotos con todas las mascotas que Bandai tiene en la calle, delante de su edificio.
Ya por la noche, cena en un fantástico restaurante de sushi en Shinjuku y búsqueda de las taquillas para nuestro destino de mañana, Hakone.
Por cierto, Laura constantemente demuestra el porqué de su sobresaliente en japonés, se pasa el día haciendo fotos a los carteles con las palabras que entiende: KARAOKE (por lo que hemos descubierto que realmente Tokyo está lleno), TABACO, RAMEN, UDON, SUSHI... ¡y esto acaba de empezar!
A parte estamos publicando una fotos en el flickr (las horas de viaje dan para mucho), intentando crear efectos al estilo de las cámaras de plástico (Holga y demás)... son pruebas curiosas. La dirección es http://www.flickr.com/photos/chus1973

Japón, día 1.

Hoy nos hemos despedido de Corea. Volveremos (justo lo que no dijimos al partir de China...) Hemos embarcado en una cascarilla de nuez, en comparación con los barcos que habían por el puerto, y en tres hora y media pisábamos tierra nipona. Además el mar estaba tranquilo y nos ha permitido cabezear. Una vez desembarcados primer problema: no hay cajeros en el puerto. Así que sin posibilidad de coger transporte alguno, camina hacia el centro a buscar un cajero ATM.
Por la tarde paseo por Fukuoka. Ciudad sin grandes atractivos turísticos pero agradabilísima. Y para cenar... makis! mmm!A última hora los supers se llenan de personas ávidas de comprar packs de sushi, sashimis i mil cosas con shis que no sabemos como se llaman. Hay que estar al quite porque todo vuela en un momento.

Corea del Sur, día 10

Nueva jornada el Busan. Hoy hemos descubierto que en las playas de Corea se puede pasar del asfalto al agua sin que te de el sol al pasar por la arena. Un enjambre de sombrillas perfectamente dispuestas por gama de color así lo permiten.
De nuevo curiosidad al ver como la gente se baña hasta con pantalones largos de tergal. Unos motoristas de agua delimitan el área de baño y no está permitido ir hacia la zona profunda. Así que toda la marea de flotadores amarillos se quedan en la misma zona (bastante pequeña, por cierto)
Por la tarde hemos ido al centro comercial más grande del mundo, según dicen ellos claro (no sé yo si algunos habitantes de Kuala Lumpur estarían tan de acuerdo...) Allí hemos vivido un episodio gastronómico nefasto. Hemos pedido unos noodles de aspecto fabuloso. Los hacían delante tuyo y elegías los ingredientes. Le hemos pedido que fueran los menos 'spicy' posible, pero hemos descubierto que las cantidades de picante son relativas. Total, que después de llorar y moquear (encima disimulando porque ellos no hacían ni una mueca, aunque tienen ventaja porque con ese tipo de ojos disimulan...) hemos dejado el plato casi intacto.
Para endulzarnos el paladar hemos comprado una cámara Fuji (tipo Polaroid) que se llama Choco.

Corea del Sur, día 9

Esta mañana hemos cogido el bus rumbo a Busan. Apenas 50 minutos en los que hemos vivido un episodio divertido con un vecino de asiento. Los efluvios del alcohol le han hecho ofrecernos amablemente un calamar seco (como suena), y que además previamente había pelado y magreado con todo su cariño. Hamsa kamnidá (gracias). Pero evidentemente lo hemos rechazado gentilmente.

La llegada al Hotel, memorable. Curiosísimo. Se llama Lysee motel... a diferencia del anterior, no tiene neón rojo, pero tiene pintado en el techo de la habitación un dibujo espacial que se ilumina. Tiene sauna, jacuzzi,... vaya que imagino que no han puesto una cama redonda porque las sábanas deben de ser difíciles de encontrar!

Busan es un mercado y un centro comercial gigante, así que nos hemos ido a una isla cercana a dar un paseo. Desde allí hemos visto pesqueros, portaaviones,... y hemos llegado hasta un faro.

Hemos visto, por primera vez en Corea, muchos extranjeros. Todos americanos y la mayoría de ellos con pinta de militares...

Corea del Sur, día 8

Día de aventura en Gyeongju. La mañana empieza como todas las de estos últimos días, calor. Hemos decidido visitar una antigua aldea, Yangdong, que está a unos 30 km del centro. Resulta que era el lugar donde vivieron durante cientos de años dos familias importantes del reino y no solo se conservan las casas sino que algunas están habitadas. Después de que el autobús nos abandonase en la carretera, tan “solo” 20 minutos de caminata bajo el sol y ya estábamos andando por entre arrozales, palacetes con tejados inclinados y demás.
Por la tarde otra visita obligada, el templo de Bulguk-sa, al sureste de la ciudad, enmedio de un bosque. El calor aprieta y ya los templos aportan pocas novedades. Aunque se aprecian especialmente las zonas de sombra y los rincones por donde corre el aire, !bendito aire¡.
Para finalizar el día... todo no iba a ser buena suerte en el viaje. La cámara “buena” se ha caído al suelo y el objetivo se ha desajustado por lo que tendrá que pasar por el servicio técnico. Así que las fotos que pondremos a partir de ahora tendrán más mérito.
Se aceptan donaciones.

Corea del Sur, dia 7

Esto si que son autocares y no los Sagales (como podreis comprobar no hay acentos y no es que se nos esten rasgando los ojos y no veamos las teclas, sino porque estamos en otro original teclado Coreano. ㅗㅕㅕㅈㄷㅂ댭 ㅂ도뎌ㅐㅂ교져추ㅡ포ㅠ우ㅜㅠㄹㄴㄷㅋ Por lo tanto las fotos tendran que esperar a manana. La enye y los acentos los damos por entendidos...) Despues de mas de 4 horas en los asientazos reclinables del autocar de la ruta Seul-Gyeongju llegamos a destino. El hotel al ladito de la estacion de autobuses en una zona que recuerda a moteles de carretera... el nuestro no es una excepcion.
Ruta en taxi, para evitar la deshidratacion y el golpe de calor del sol coreano, y nos plantamos en el museo. La verdad es que el aire se agradece, pero visto el museo de Seul, para los demas con una visita fugaz es suficiente.
Lo mejor de la jornada empieza con el estanque Anapgi, que destila tranquilidad entre nenufares y libelulas (por suerte, todavia no era la hora de los mosquitos, porque sino nos hubieran clavado los chopsticks hasta las cejas... llevamos ya algunas heridas de guerra en nuestros cuerpos)
Caminata tranquila hasta el Daereungwon, un lugar donde se encuetran las peculiares tumbas reales del reino de Sylla. Son unos monticulos cubiertos de cesped que contienen, bajo una especie de iglu hecho con piedras, un cofre de madera con los restos funerarios del monarca y las personas influyentes.
Alguna fotito mas con algun curioso, cenita y de vuelta al motel con neones rojos...

Corea del Sur, día 6.

Sigue sin llover en Seoul y parece un milagro con el cielo como está. Después de la coincidencia de ayer, hoy sí que hemos podido visitar el palacio de Gyeongbokgung durante toda la mañana. Es el máximo exponente de los edificios reales en Corea. Un oasis en la ciudad y un bello exponente de los edificios reales coreanos. Tras el paseo, anécdota, Laura hace una fotografía a la embajada norteamericana y... uno de los guardas de la puerta sale corriendo hacia nosotros y nos pide (amablemente) que la borremos. Que estrés más grande debe suponer vigilar la bendita embajada, seguro que le hubiera encantado vigilar la canadiense (por cierto preciosa).
Tarde de compras para acabar el teatro Nanta, donde representan la función del mismo nombre. Resulta que es la obra teatral más vista en la historia de Corea del Sur. Un divertido espectáculo de percusión con fondo de comedia. Además segunda anécdota del día, Jesús se ha convertido en un actor improvisado, le ha tocado salir al escenario a acompañar una situación cómica. Por cierto, gran actuación (hay foto).

Corea del Sur, día 5.

Jornada de trayecto. De Sokcho a Seoul. Mejor que en la ida, hemos cogido una compañía que hace el trayecto en una hora y media menos y con mejores autocares, por el mismo precio. Así que a las doce ya estábamos saliendo del hotel en Seoul.
Por cierto, algo está pasando en este viaje porque al llegar a recepción del hotel nos han comentado que no tenían disponibles habitaciones dobles y que... nos ponían en la Suite Deluxe. Mucho más grande que mi piso, dos televisores, salón con dos sofás, dos habitaciones... Aún estamos esperando a que llamen a la puerta y nos digan que ha sido una equivocación. Viva Asia.
Eso sí, como todo no podía ser perfecto nuestra primera visita estaba cerrada por ser martes (curioso, ¿no?) así que hemos cambiado de planes y hemos ido a visitar el palacio de Changdeokgung. Visto uno, vistos todos, pero ciertamente, éste tenía unos rincones muy agradables.
De allí al mercado Namdaemun, un inmenso complejo de calles donde se vende de todo. Y tras un paseo por el centro, una excursión hasta la Seoul Tower, una de las más altas del mundo, situada en el parque de Namsan, sobre una colina. Las vistas del Seoul nocturno, espectaculares.
Mañana, ¡más!