domingo, 25 de julio de 2010

Corea del Sur, día 10

Nueva jornada el Busan. Hoy hemos descubierto que en las playas de Corea se puede pasar del asfalto al agua sin que te de el sol al pasar por la arena. Un enjambre de sombrillas perfectamente dispuestas por gama de color así lo permiten.
De nuevo curiosidad al ver como la gente se baña hasta con pantalones largos de tergal. Unos motoristas de agua delimitan el área de baño y no está permitido ir hacia la zona profunda. Así que toda la marea de flotadores amarillos se quedan en la misma zona (bastante pequeña, por cierto)
Por la tarde hemos ido al centro comercial más grande del mundo, según dicen ellos claro (no sé yo si algunos habitantes de Kuala Lumpur estarían tan de acuerdo...) Allí hemos vivido un episodio gastronómico nefasto. Hemos pedido unos noodles de aspecto fabuloso. Los hacían delante tuyo y elegías los ingredientes. Le hemos pedido que fueran los menos 'spicy' posible, pero hemos descubierto que las cantidades de picante son relativas. Total, que después de llorar y moquear (encima disimulando porque ellos no hacían ni una mueca, aunque tienen ventaja porque con ese tipo de ojos disimulan...) hemos dejado el plato casi intacto.
Para endulzarnos el paladar hemos comprado una cámara Fuji (tipo Polaroid) que se llama Choco.




1 comentario:

  1. Mare de deu!!! Y cómo se hace para llegar hasta la orilla??? porfa, plis todo el rato I supose ;D Y los flotadores no tienen desperdicio, sobretodo si has de controlar al Joshua, que no se te pierda...es el del flotador amarillo, ole!!!! Ala, Jesús ya tiene juguetito nuevo XD

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